I need these bridges to breathe; to be able to walk quietly and look at myself from them. They are landscapes that cross my path and make me digest them when I focus my eyes through the viewfinder. They are part of my life; of the interaction I have with nature and what it gives me when observing it. It's my social part My I with her.

However, there is another, which I discovered in 2015, which is what I'm looking for, which I do not know why I do it and it can be anywhere. It's the one that makes me feel like it's just me. I always enjoy, and most of them play - until I laugh surprised - others are flashes of the past, emotions, fears for being a mother and dreams of a girl that I still have. It comforts me and I feel that it has no end. In the edition, I have known a little more, I have truly learned from the errors that become my photos - and I can keep saying that I like them, that some of them I do not know how I did them, especially because I leave that magical time of the shutter that play with La Luz or the movement of the scene to not have everything under control and wait for that pleasant surprise many times. From these more intimate projects tend to develop other means of expression such as audiovisuals, pieces or installations that complement them and at the same time synthesize them and it is thanks to them that I manage to leave and put myself back in alert mode for the following ones.

And in the meantime, I breathe.

Necesito estos puentes para respirar; para poder pasearlos tranquilamente y mirarme desde ellos. Son paisajes que se cruzan en mi camino y que hacen que los digiera al concentrar mi mirada a través del visor. Forman parte de mi vida; de la interacción que tengo con la naturaleza y lo que ella me brinda al observarla. Es mi parte social. Mi Yo con Ella.

Sin embargo existe otra, que descubrí en 2015, que es la que busco, la que no sé por qué la hago y puede estar en cualquier sitio. Es la que me hace sentir que soy sólo yo. Siempre disfruto, y la mayoría juego -hasta me río sorprendida-, otras son flashes del pasado, emociones, miedos por ser madre y sueños de niña que sigo teniendo. Me reconforta y siento que no tiene fin. En la edición, me he conocido un poco más, he aprendido verdaderamente de los errores que llegan a ser mis fotos -y puedo seguir diciendo que me gustan, que algunas no sé cómo las he hecho sobre todo porque dejo ese tiempo mágico del obturador que juegue con La Luz o el movimiento de la escena para no tener todo controlado y esperar a esa grata sorpresa en muchas ocasiones.  De estos proyectos más íntimos suelen gestarse otros medios de expresión como audiovisuales, piezas o instalaciones que los complementan y a la vez los sintetizan y es gracias a ellos que consigo salir y ponerme de nuevo en modo alerta para los siguientes.

Y mientras tanto, respiro.